Un estudio publicado en la revista «European Heart Journal» afirma que el efecto protector que el té tiene sobre el sistema cardiovascular desaparece cuando le añadimos leche. Dicha investigación revela que el té negro aumenta de forma significativa la habilidad de las arterias para relajarse y expandirse, pero si se añade leche este efecto desaparece.
Asimismo, en otros estudios complementarios llevados a cabo no en humanos sino en ratas, se pudo comprobar que el té relaja la aorta mediante la producción de óxido nítrico, que promueve la dilatación de los vasos sanguíneos. Sin embargo, de nuevo, añadir leche bloqueó el efecto. Los hallazgos descubiertos por cardiólogos y científicos del Charité Hospital, Universitätsmedizin- en Berlin y el Campus Mitte en Alemania, suponen malas noticias para las naciones que habitualmente consumen té, como los británicos, y que acostumbran a mezclarlo con leche.
Los resultados han conducido a los investigadores a advertir a los consumidores de té que si le añaden leche de forma habitual deberían considerar la opción de dejar de hacerlo si quieren beneficiarse de los efectos saludables que tiene esta bebida. Su estudio mostró que el elemento responsable de esto en la leche es un grupo de proteínas llamadas caseínas, que, cuando interactúan con los componentes del té, disminuyen la concentración de catequinas en la infusión.
Éstas son los flavonoides del té que, de algún modo, contribuyen a proteger al corazón. En el estudio participaron dieciséis mujeres postmenopáusicas que bebieron té solo, con un 10 por ciento de leche o simple agua hervida (como placebo) y los autores de la investigación midieron las funciones arteriales en el antebrazo con ultrasonidos de última generación.
El doctor biólogo molecular, declaró que «hemos descubierto que, así como consumir té de un modo significativo aumenta la habilidad de las arterias para dilatarse y expandirse con el objetivo de acomodarse a los aumentos en el flujo sanguíneo, añadir leche frena completamente el efecto biológico. Para aplicar los nuevos descubrimientos a un modelo funcional, también determinamos la vasodilatación en los anillos aórticos de ratas mediante la exposición de éstas al té solo y a otro con las proteínas añadidas de la leche, y obtuvimos el mismo resultado », concluye el experto.